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2025-04-05T06:00:11Z

Amazon se prepara para dar un gran salto al espacio con el lanzamiento de sus primeros satélites del ambicioso Project Kuiper, una iniciativa que busca ofrecer internet satelital de alta velocidad y baja latencia en todo el mundo. Este movimiento coloca a la compañía en competencia directa con Starlink, la red satelital de SpaceX, en una carrera por conectar cada rincón del planeta.
¿Qué es Project Kuiper?
Project Kuiper es el nombre de la red de satélites en órbita terrestre baja (LEO) que Amazon está construyendo para ofrecer conexión a internet donde hoy es limitada o inexistente. La idea es sencilla: desplegar más de 3.200 satélites que orbiten a unos 630 kilómetros de altitud, viajando a una velocidad de 27.000 km/h, dando la vuelta a la Tierra aproximadamente cada 90 minutos.
Estos satélites funcionarán como una red interconectada que envía datos desde el espacio a dispositivos especiales en la Tierra, conocidos como terminales de usuario. La gran promesa es que estos terminales permitirán a personas, empresas y vehículos conectarse a internet sin depender de cables, torres de telefonía o infraestructuras tradicionales.
El primer paso: lanzamiento inminente
Amazon ya había probado dos satélites prototipo en 2023, pero ahora se lanza a lo grande: el 9 de abril de 2025 está programado el despegue del primer lote de 27 satélites del sistema definitivo. Este evento, llamado misión KA-01 (Kuiper Atlas 1), usará un cohete Atlas V de la empresa United Launch Alliance, desde la Estación de la Fuerza Espacial en Cabo Cañaveral, Florida.
Este será el primero de 80 lanzamientos ya contratados por Amazon con diversos socios, incluidos Arianespace, Blue Origin (propiedad de Jeff Bezos) e incluso SpaceX, su principal competidor.
¿Cómo se compara con Starlink?
La competencia es inevitable. SpaceX lleva la delantera con más de 7.000 satélites ya en órbita desde el lanzamiento de Starlink en 2019. Sin embargo, Amazon llega con una propuesta interesante que busca diferenciarse tanto en precio como en tecnología.
Por ejemplo, sus terminales —los dispositivos necesarios para recibir la señal satelital— tendrán diferentes tamaños y capacidades, adaptados para usuarios residenciales, móviles y empresas. Uno de los modelos más llamativos es un terminal cuadrado de solo 18 cm por lado, que pesa alrededor de 450 gramos, y promete velocidades de hasta 100 Mbps. Es una alternativa directa al Starlink Mini, pensado para usuarios en movimiento o con necesidades básicas.
También habrá versiones más grandes, capaces de ofrecer velocidades de hasta 1 Gbps, diseñadas para hogares con muchos dispositivos conectados o para aplicaciones empresariales exigentes. Amazon estima que el costo de fabricación de estos terminales será inferior a los 400 dólares, lo cual podría reducir las barreras de entrada, especialmente si decide subsidiarlos como parte de su estrategia comercial.
Innovaciones para cuidar el cielo
Uno de los puntos más sensibles en este tipo de proyectos es su impacto visual y ambiental, especialmente en la observación astronómica. Los satélites pueden reflejar la luz del Sol y entorpecer el trabajo de los telescopios terrestres.
Para mitigar este problema, los satélites de Project Kuiper estarán recubiertos con un film dieléctrico desarrollado por Amazon, que dispersa la luz reflejada. Este detalle técnico busca minimizar la contaminación lumínica en el cielo nocturno, una preocupación creciente entre científicos y aficionados a la astronomía.
¿Qué se puede esperar del servicio?
Amazon planea ofrecer conectividad global, incluso en zonas remotas o rurales donde hoy las opciones son escasas o muy costosas. A diferencia de las redes móviles convencionales, que requieren infraestructura física como torres o cables de fibra, los sistemas satelitales pueden llegar a lugares donde no hay nada más que cielo.
En términos prácticos, esto significa que un agricultor en una zona aislada, un estudiante en una comunidad rural o una embarcación en medio del océano podrán acceder a internet con velocidades comparables a las de una ciudad. Y como los terminales pueden ser portátiles, se abre un abanico de usos en contextos como emergencias, expediciones o vehículos en movimiento.
Amazon asegura que el servicio estará operativo a finales de este mismo año, aunque seguramente empezará de forma limitada y se expandirá progresivamente a medida que aumente el número de satélites en órbita.
¿Qué desafíos enfrenta?
Como cualquier proyecto de esta magnitud, hay riesgos técnicos y logísticos. Rajeev Badyal, vicepresidente de Project Kuiper, ha señalado que, aunque se han realizado extensas pruebas en tierra, hay cosas que solo pueden saberse en el espacio. Esta será la primera vez que se lance un lote grande con el diseño final de los satélites, por lo que el aprendizaje será constante.
Además, gestionar una constelación de miles de satélites implica una gran responsabilidad: evitar colisiones, reducir la basura espacial y mantener la estabilidad operativa. Amazon afirma tener planes y tecnologías para abordar estos retos, pero el tiempo dirá si están a la altura.
¿Por qué es importante?
La conectividad ya no es un lujo, es una necesidad básica. Proyectos como Kuiper tienen el potencial de reducir la brecha digital a nivel mundial, permitiendo que más personas accedan a educación, salud, trabajo remoto y servicios digitales. Pero también hay una dimensión estratégica: Amazon no quiere quedarse fuera del futuro de las telecomunicaciones, especialmente en un mundo donde cada vez más dispositivos —vehículos, sensores, drones— requerirán conexión constante.
En este contexto, Kuiper es tanto una oportunidad de negocio como una apuesta por el control de infraestructura crítica en la era digital.
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